TRADUCE GEMMA TORNERO
Ex alumnos de la escuela primaria de la Catedral de la Inmaculada Concepción pudieron entrar a sus antiguos salones de clases una vez más antes de que el edificio sea demolido a finales de esta primavera.
Un nuevo edificio tomará su lugar en las calles 11th y Broadway. El edificio, que estará conectado a la catedral funcionará como salón de confraternidad y espacio para eventos de la iglesia, y también albergará las oficinas parroquiales. Se espera que el nuevo edificio esté terminado en el próximo año y medio, de acuerdo al padre Paul Turner.
“Se trataba de una simple necesidad, de mejorar la calefacción y el aire acondicionado en el lugar donde vivían los sacerdotes", explicó Turner. "Todos los sacerdotes que han vivido allí se han quejado de problemas con ese edificio. Es un edificio que simplemente no hemos podido mantener muy bien”.
La iglesia es propietaria del terreno en el que se asentará el nuevo edificio, agregó Turner, aunque la iglesia recaudó fondos para la construcción del edificio.
“Es una parcela preciosa en el centro”, dijo sobre el terreno. "Tenemos una presencia católica visible en el centro, y la catedral está viva y próspera. Queremos construir sobre eso y convertirlo en un lugar más hermoso".
En los últimos años, el edificio, que pronto será demolido ha ofrecido servicios para la población sin hogar del centro, incluidas las comidas diarias.
“Aquí podemos servir hasta para 200 personas que de otro modo no disfrutarían de una buena comida", dijo Turner. "Ese servicio de comidas se trasladará al antiguo edificio de New York Life ubicado en las calles Ninth y Baltimore. Esa instalación tiene una cocina profesional y será un lugar mucho más acogedor para recibir a las personas que están tratando de recuperarse".
El nuevo edificio de la iglesia continuará brindando otras necesidades críticas, incluidas tarjetas de identificación, ropa, zapatos y otros elementos esenciales.
“Somos uno de los mejores centros para brindar ese servicio en Kansas City, y mantendremos ese servicio en este nuevo edificio”, dijo Turner.
Mientras la iglesia continúa planificando su futuro, los ex alumnos, incluida una delegación de residentes del Westside, recordaron el pasado mientras recorrían el antiguo edificio.
“Les cuento las historias de ir a la escuela, jugar voleibol. ...Lo pasamos muy bien aquí y tenemos muchos recuerdos aquí. Todo fue parte de nuestra infancia”, dijo Estella Morales, integrante de la congregación y miembro del comité de planificación del nuevo edificio.
Frank Thomas Hernández dijo que recorrió el edificio porque “quería caminar por los pasillos por última vez”.
“Estoy a favor del progreso de esta iglesia", dijo Hernández. "Espero con ansias la nueva rectoría".
Teresa Ramírez Rollins, quien asistió a la escuela, dijo que recordaba con cariño los almuerzos escolares.
"Recuerdo que las mujeres hacían buenos almuerzos y estaban frescos", recordó Rollins. "Estoy seguro de que las escuelas no los tienen hoy como los tuvimos nosotros”.
Para John García, quien ayudó a organizar el recorrido del grupo, un recuerdo sobresalió sobre todos los demás: el día que él y sus compañeros de clase fueron a escuchar tocar a la orquesta el 22 de noviembre de 1963.
"Íbamos a la filarmónica. Nos habíamos reunido en el pasillo e íbamos a bajar juntos. Estaba lluvioso y hacía frío afuera", recordó García. "Mientras hacíamos eso, (el director de la escuela) entró y nos explicó que acababan de dispararle al presidente de los Estados Unidos".
Los niños oraron, y eventualmente lloraron, por el primer presidente católico de la nación, John F. Kennedy.
“Todos nos arrodillamos y oramos. Fue impactante para nosotros", recordó García. "Terminamos yendo, y también lo anunciaron en la filarmónica".
Turner dijo que aprecia que los ex alumnos de la escuela compartan sus recuerdos y agregó que espera que se creen nuevos recuerdos cuando se complete el nuevo edificio.
"Espero que se den cuenta de lo importante que es su educación para el mundo", dijo Turner. "Aprendieron algo aquí cuando eran niños, que llevan consigo como adultos a donde quiera que vayan. A pesar de que este edificio ha cumplido su propósito, ahora llevarán el edificio dentro de ellos a todos los que se encuentren".
Morales dijo que regresará para despedirse del edificio una vez más.
"El día que demuelen este edificio, estaré parada en la esquina para verlo", dijo. "Tiene un lugar especial en mi corazón".